Hemos encontrado el coche con el que Lidia aparcaría a la primera en el garaje de casa... aunque no tendría hueco para las bolsas de las compritas con la cuñá.
Tenemos otra anecdota de hospitalidad y amabilidad con la cena de hoy. Nos han llevado a una pizzería. Ya os lo contaremos tranquilamente.
De nuevo gracias por seguirnos desde el otro lado del mundo... y es que estamos lejos de narices ¡Hasta mañana!
Os odio mucho, mucho, mucho! Cuéllar es mucho más bonito que todos esos sitios raros en los que estáis. ¡No me dais NADA de envidia! ¡Ajquerosos!
ResponderEliminarOscar y Conchi dicen: nos dejas mucho mas tranquilos... qué pena no estar viendo el castillo de Cuellar. Cómete un pincho de lechazo a nuestra salud, que con eso sí que nos das envidia.
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