Septimo día en Japón - viaje a Nikko

Después de 6 trasbordos en trenes, 8 horas y de habernos perdido en la última etapa del viaje, finalmente, hemos llegado a nuestro destino... un pequeño hotel tradicional japonés (con tatamis para dormir) que tiene piscinas naturales de agua caliente que brota de la montaña (ellos lo llaman Onsen)





Nos hemos ido de cena a un pequeño local del pueblecito y nos ha vuelto a sorprender la amabilidad y extremada atención de la gente de aquí. Hemos cenado un plato que se llama soba con tempura que es noodles con verdura rebozada... ¡guenisísimo! Una de las camareras, que se deshizo en atenciones hacia nosotros, al final de la velada nos ha invitado a cenar a su casa mañana y nosotros hemos rehusado amablemente (Yoshi, no sabemos si deberíamos haber aceptado esta invitación por si es tomada la negativa como un desprecio???)





¡Hasta mañana!